Vivimos tiempos delicados donde la comunicación entre docentes, familia y alumnado se hace cada vez más compleja. El estrés en el día a día nos tiene sobrepasados y sin darnos cuenta nos ocupamos de dar lo mejor en el aula y fuera del aula después de la nueva situación desde la aparición del covid. Muchos cambios que pueden hacernos sentir donde se ha quedado la vida que conocíamos y sintiendo el tiempo para uno@ mism@ donde se queda, olvidando que el docente necesita ser cuidado, necesita aprender a pararse, respirar, restaurar su mente y su cuerpo.
En docencia uno se ocupa de mejorar cómo dar las clases, adaptarse a la metodología online, pero dónde se queda el docente, cómo se siente cuando entrega tanto en el día a día.
Quizás un@ se descuida y entra en un ciclo sin fín de estrés que, aunque el estrés es necesario en la vida y ocurre como una respuesta a una amplia variedad de circunstancias, que nos ayuda a evolucionar y a enfrentar situaciones difíciles pero que cuando no conseguimos un equilibrio provoca múltiples efectos en el cuerpo, principalmente nos permite prepararnos para luchar o huir.
El estrés también altera la mente y los procesos de toma de decisiones, para afrontar el contexto actual de forma rápida y decisiva. Siempre hay objetivos por cumplir, plazos. Pasamos por lo menos una década de nuestra vida estudiando y esto se puede extender a casi dos, si se continúa con un ciclo de profesionalización y especialización, lo que implica a lo largo del tiempo una serie de pruebas periódicas, exámenes de fin de periodos, el estrés está integrado en el sistema educativo.
El sistema educativo cada vez más competitivo y orientado al mercado tiende a generar más presión. Sus consecuencias más visibles son el absentismo escolar y laboral, accidentes, diversas enfermedades, suicidios, depresión, consumo de alcohol y droga, entre otros.
Toda esta presión afecta al profesorado, el cual se puede ver reflejado en fenómenos tales como el absentismo por bajas médicas, dificultades en la relaciones con el alumnado y otros compañeros, descenso del interés por su trabajo, aumento de la agresividad.
Por lo tanto, el objetivo principal de esta charla taller es crear un espacio para:
recuperar el centro, liberar la ansiedad, conectar con tu propia creatividad.
Estar centrad@ abre dentro de tí más lucidez para encontrar nuevos caminos en esta profesión que tanto se ama.